La Justicia determina su futuro
La cooperativa láctea SanCor, una de las más emblemáticas de Argentina, se encuentra en una situación crítica. En un contexto donde el juez ha exigido presentar un plan concreto, la empresa ha hecho un movimiento importante: un plan de crisis por un total de 400 millones de dólares en pasivos. Este plan incluye propuestas para reducir su plantilla de empleados y vender algunos activos. La verdad es que el concurso de la cooperativa aún no avanza, y ahora todos los ojos están puestos en la evaluación que hará el juez.
Deudas importantes y producción mínima
El documento presentado por su representante, Mariano Vainman, revela que SanCor ha perdido casi el 60% de sus ingresos en el último año. De hecho, la cooperativa ya no puede acceder a créditos bancarios debido a su complicadísima situación. La deuda total de SanCor supera los 400 millones de dólares, y las obligaciones laborales ascienden a unos 83.000 millones de pesos, que incluye salarios atrasados y aguinaldos impagos.
Estrategia para salir a flote
Ante esta crisis, la cooperativa ha propuesto una estrategia que busca, en primer lugar, alcanzar un equilibrio operativo. Esto significa que quieren cubrir sus costos mensuales con lo que generan de ventas. Después de eso, planean vender bienes no productivos, como propiedades y plantas desactivadas, para generar un poco de liquidez.
La situación actual es alarmante: de los 3 millones de litros de leche que procesaba anteriormente, ahora solo logran alcanzar unos 550.000 litros por día, en su mayoría bajo un esquema de producción para terceros. De 14 plantas que operaban, actualmente solo hay seis funcionando, y lo hacen a bajos niveles de capacidad.
Ajustes de personal y nuevas alianzas
El plan de la cooperativa no se detiene ahí. Propone reducir la plantilla de casi 940 empleados a poco más de 630, buscando también optimizar el gasto en personal, que es el mayor peso en sus estructuras. Además, SanCor quiere aumentar sus convenios con otras empresas para hacer productos bajo otras marcas, compartiendo así los costos de insumos.
Las plantas, como la de Devoto, están operando a solo un 50% de su capacidad, mientras otras están en condiciones similares. El plan incluye reactivar una planta en San Guillermo, que ha estado cerrada debido a conflictos laborales. Sin embargo, la preocupación es evidente: los trabajadores ya han votado a favor de pedir la quiebra de la cooperativa debido a los incumplimientos de pago.
¿Qué sigue para SanCor?
La propuesta de la cooperativa será evaluada por el juez Guillermo Adrián Vales, quien deberá decidir si aprueba el plan o exige modificaciones. Si las cosas no salen bien, la cooperativa podría enfrentarse a un proceso de liquidación forzada, lo cual sería devastador.
Si la propuesta es aceptada, SanCor podría intentar atraer inversores que le permitan salir a flote. Sin embargo, la realidad es que, si no logran revertir esta situación, la cooperativa, que alguna vez fue símbolo del sector lácteo argentino, podría estar ante su desaparición definitiva.